Dos flores blancas
aterrizan en la mitad del frío
y lo consumen todo, con el fuego de sus pétalos,
desaciendose unos a otros.
[Dos flores blancas]
nacen en el segundo del fuego
y todo respira nuevamente,
tras una pausa de 100 entierros.
Y en el silencio,
mientras todo avanza o se queda,
se dibujan en el aire
buscando ser promesa en el tiempo.
2 comentarios:
Que chevere Jero me gustó mucho
Que chevere Jerito no sabía que escribías poesía... Cariños
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